Un equipo de investigadores de INTA Chubut está impulsando una solución innovadora para la fertilización del suelo que aprovecha los desechos de la producción lanera regional. Este bioinsumo, llamado bocashi, se genera a partir de la lana de descarte, guano y subproductos de la industria cervecera para crear un fertilizante biológico que mejora la salud del suelo y reduce la necesidad de fertilizantes químicos. Una propuesta que permite el desarrollo de una agricultura más sostenible y eficiente en el Valle Inferior del Río Chubut.
Desde sus inicios en 2017, el equipo de INTA ha llevado la producción de bocashi de 400 kilos a 30.000 kilos, y continúa experimentando con su aplicación en distintos cultivos. Este bioinsumo promete transformar la forma en que los productores de la región gestionan el suelo, aportando beneficios tanto económicos como medioambientales.
Bocashi: cómo se elabora y por qué es tan efectivo
El bocashi es un fertilizante biológico que se obtiene a través de la fermentación aeróbica, un proceso que aprovecha la actividad de microorganismos para descomponer y transformar los materiales orgánicos. Inés Bai, integrante del equipo de INTA Chubut, explicó que la producción del bocashi implica apilar estos materiales en condiciones específicas para que, en alrededor de 15 días, la mezcla alcance temperaturas de hasta 70 grados «Este proceso se basa en la respiración microbiana, para lo cual se usan materiales con buena relación carbono-nitrógeno, fuentes de energía y levaduras que potencian la actividad biológica», describió Bai.
El bocashi desarrollado por INTA Chubut incorpora lana de descarte, guano de cerdo, gallina y oveja, y residuos de la industria cervecera. Este enfoque permite reutilizar materiales que normalmente se desecharían y convertirlos en un recurso valioso para la agricultura local. Bai comentó que el equipo comenzó con una producción pequeña en la chacra experimental de INTA, pero actualmente trabajan con 30.000 kilos de bocashi en colaboración con productores locales.
Beneficios del bocashi para el suelo y la economía de los productores
Los análisis realizados por el equipo de INTA han demostrado que el bocashi mejora significativamente la estructura y composición del suelo. Este bioinsumo aporta alta materia orgánica, fósforo y potasio, elementos clave para el desarrollo de las plantas, y además presenta un nivel neutro de pH, ideal para los suelos de la región patagónica.
Además de mejorar la salud del suelo, el bocashi ofrece beneficios económicos. Al emplear materiales de descarte disponibles en la zona, reduce los costos asociados a los fertilizantes químicos convencionales. Este ahorro es especialmente relevante en una región como la Patagonia, donde los insumos suelen tener un costo elevado debido a los costos de transporte. Así, el bocashi no solo aporta una solución ecológica, sino también una opción económica para los productores.
Durante las pruebas de campo, el equipo de INTA aplicó bocashi en dos dosis diferentes y comparó los resultados con una línea de control sin tratamiento. Itatí Jones, investigadora de INTA Chubut, detalló que se utilizaron dosis de 200 y 400 gramos de bocashi por metro lineal.«Vimos que las plantas en el grupo de control, sin bocashi, tuvieron un rendimiento claramente inferior en comparación con aquellas tratadas con el bioinsumo. Además, entre las dosis de bocashi, observamos diferencias significativas», comentó Jones. Las plantas tratadas con la dosis más alta de bocashi mostraron un crecimiento óptimo tanto en la parte aérea como en el sistema de raíces. Esto sugiere que el bocashi no solo mejora el rendimiento del cultivo, sino que también fortalece las raíces, lo que es fundamental para una absorción eficiente de nutrientes y agua. La diferencia en el peso comercial de las plantas entre las dosis aplicadas demuestra la efectividad del bocashi en aumentar la productividad de los cultivos.
La lana de descarte: un recurso inesperado


Un modelo de sostenibilidad para la Patagonia y el país
El bocashi desarrollado por INTA Chubut no solo ofrece una solución de fertilización orgánica, sino que también representa un modelo de economía circular en el sector agrícola. Este bioinsumo reutiliza materiales de descarte, reduce la dependencia de fertilizantes químicos y apoya la sostenibilidad en la región. Al reducir los costos de insumos y mejorar la calidad del suelo, el bocashi podría replicarse en otras regiones de Argentina que enfrentan desafíos similares en sus suelos y condiciones de producción.

El enfoque innovador del equipo de INTA Chubut aporta conocimiento sobre el potencial de los bioinsumos para transformar la agricultura hacia un modelo más respetuoso con el medio ambiente. Además, sienta las bases para que la bioeconomía continúe creciendo en Argentina, con prácticas agrícolas sostenibles y tecnologías adaptadas a las necesidades locales.
El trabajo de INTA Chubut con el bocashi demuestra que es posible encontrar soluciones agrícolas sostenibles utilizando los recursos disponibles localmente. Este bioinsumo no solo enriquece el suelo y mejora la productividad de los cultivos, sino que también ofrece una alternativa económica para los productores, reduciendo su dependencia de fertilizantes importados.
Al integrar lana de descarte y otros subproductos en su fórmula, tiene el potencial de transformar la agricultura y es un ejemplo inspirador de cómo el ingenio y la ciencia pueden convertir lo que antes era un residuo en una herramienta para el crecimiento agrícola, cuidando al mismo tiempo del medio ambiente y los recursos locales.
Fuente: INTA Chubut
2 respuestas
Como productor lanero me interesa la producción de pellets en el campo como muchos otros en el mundo y en especial el primero en USA, Wilde. Esto daria trabajo y un ingreso adicional a los productores ovinos ademas de agregar a la tierra nutrientes naturales. Me interesa tambien otros usos de la lana que por necesidad se buscan y resultan útiles hasta para la construcción, packaging o sustrato para plantines que creo recordar que ya se experimentó en INTA Chubut. Lo raro es que en Uruguay ya se venden pellets de lana de descarte corriedale con la marca Fertilana y tambien salió a la venta un producto chileno con WoolChip. ¿Como puede ser que Argentina esté demorada en este tipo de producto que se repone anualmente sin necesidad de extraerlo del suelo para devolverlo al suelo. Se que hay pocas personas que estuvieron y estan investigando el tema y que existe un producto derivado de la industria textil aprobado por SENASA. Cualquier novedad que aparezca por el tema, les ruego avisarme. Gracias.
Muchas gracias Ricardo, por compartir su experiencia como productor. Estuve buscando información y encontré lo siguiente: Entre los usos alternativos y experimentales de la lana en la región patagónica se destacan:
Construcción sustentable: Se han realizado talleres y experiencias en Esquel y otras localidades, donde la lana de oveja de descarte se utiliza como aislante térmico en viviendas eco-sustentables, combinada con madera de raleo. Esta iniciativa, promovida por la Secretaría de Ciencia y Tecnología, el Ministerio de Producción, el Instituto Provincial de la Vivienda y Desarrollo Urbano, y la Secretaría de Bosques, busca mejorar la eficiencia energética y aprovechar recursos renovables y locales. El sistema constructivo presentado en 2024 incluye la experiencia de empresas chilenas y la participación de organismos como INTA, INTI y CIEFAP.
Sustrato para plantines y packaging: Existen antecedentes de investigaciones y pruebas, especialmente desde INTA Chubut, sobre el uso de lana como sustrato agrícola y material de packaging biodegradable. La lana, al ser un recurso que se regenera anualmente y no requiere extracción del suelo, tiene gran potencial para estos usos, aunque la adopción a escala industrial aún es limitada.
Artesanía y fortalecimiento comunitario: El INTA Esquel y la Subsecretaría de Desarrollo Rural han trabajado en proyectos para fortalecer la cadena de valor artesanal mapuche, promoviendo ferias de vellones y el uso de lana apta para hilado manual, lo que contribuye tanto a la economía local como a la preservación cultural.
Productos aprobados por SENASA: Hay registros de productos derivados de la industria textil ovina que han obtenido aprobación de SENASA, lo que habilita su uso en agricultura y otros sectores, aunque la información pública sobre marcas o productos específicos es escasa.
¿Por qué Argentina está demorada en estos desarrollos? A pesar de la disponibilidad anual de lana y su potencial como recurso renovable, la adopción masiva de estos usos alternativos ha sido lenta por varios factores: falta de políticas públicas sostenidas, escasa inversión en industrialización local, dificultades logísticas y de mercado, y una cultura productiva históricamente orientada a la exportación de lana como materia prima sin agregado de valor local. Existen pocas personas e instituciones investigando y promoviendo estos usos, pero la articulación reciente entre organismos provinciales, INTA, INTI y cooperativas laneras muestra un renovado interés.La clave para avanzar está en fortalecer la investigación, la articulación institucional y la promoción de estos usos a escala comercial, aprovechando un recurso que se regenera anualmente y puede devolver valor al suelo y a la comunidad.