Las dunas son acumulaciones de arena que se originan por la acción eólica y pueden tener o no vegetación. Esto sucede cuando el viento que transporta los granos de arena que las componen deja de tener la fuerza necesaria para moverlos o cuando se encuentra con un obstáculo que impida su avance, ya sea natural, como un acantilado, o antrópico, como por ejemplo edificaciones. En este caso el trabajo se desarrolla en la costa norte del Golfo San Matías, entre las localidades de Las Grutas y El Cóndor, y está centrado en el estudio del cambio de forma y ciertas características de las dunas desde que están compuestas solo por arena hasta que éstas se encuentran completamente vegetadas. A su vez, se evalúan qué factores climáticos y antrópicos han tenido influencia en dicho proceso de vegetación.
“El Golfo San Matías es un bajo que se inundó hace 11.000 años. Si bien desde ese momento hubo cambios en la línea de costa y los alrededores, se puede considerar relativamente similar. A su vez, sobre la costa, hay otras zonas bajas donde se ubican planicies mareales que sirven como área de aporte de arena, junto con las playas, para los campos de dunas. Estos comenzaron a desarrollarse hace aproximadamente 6.000 años”, comenta Mauricio Toffani, becario del CONICET en el Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología (IIPG, CONICET-UNRN) y primer autor del trabajo. “La importancia del estudio es conocer el comportamiento de las dunas costeras en un contexto de cambio climático y calentamiento global, asociadas al desarrollo de localidades balnearias ubicadas en la provincia de Río Negro. Las áreas costeras son uno de los ambientes más dinámicos en la Tierra y pueden reaccionar rápidamente debido a cambios climáticos y la presión antrópica. Comprender estos procesos, por qué suceden y las tasas de cambio morfológico es muy importante para abordar futuros problemas apremiantes entre el hombre y el ambiente, contemplando un eficiente manejo costero y llevando a cabo políticas asociadas adecuadas”, explica el becario.
Actualmente las dunas, en ocasiones, ya han cubierto casas o llegaron a una distancia sumamente cercana a las mismas y continúan avanzando es ese sentido. A su vez, la Ruta Provincial 1, conocida como camino de la costa, ha sido erosionada en el tramo entre Caleta de los Loros y Bahía Creek. Toffani indica que “en general estos campos de dunas avanzan hacia el estenordeste, ya que los vientos predominantes son del oeste. A su vez, se ha observado un incremento en la vegetación, la cual fue medida en sitios específicos, aumentando de un 11% en 1961 a 51% en 2022. Asimismo, este proceso provoca que las dunas cambien su morfología. En ese período, junto al aumento de la vegetación, se reconoció una disminución de las actividades de pastoreo, en relación a políticas provinciales y al mayor peso que tomaron las actividades turísticas en la región. Además, desde 1991 hasta la actualidad se encontró una relación entre el incremento de las temperaturas y la disminución en la intensidad de los vientos con la mayor cantidad de vegetación”.
Impacto en la sociedad
Entender el comportamiento actual y pasado de las dunas es crucial para predecir comportamientos futuros, es decir, si se van a mover y hacia dónde lo van a hacer, teniendo en cuenta principalmente la ubicación de las localidades balnearias, las rutas que las conectan y sitios de interés turístico, educativo, recreativo o áreas protegidas. Considerando que, si bien la economía de las zonas costeras turísticas se basa en el desarrollo urbano, depende en gran medida de la preservación del paisaje.
“Lo que sucede en la costa de Río Negro se asocia a un proceso global de estabilización y vegetación de las dunas ocurrido en el último siglo. Procesos similares se han reconocido en diversos lugares del mundo, incluyendo Australia, Brasil, España, Gales, Israel y Sudáfrica, además de la costa bonaerense. En este último sitio, científicos del CONICET, de la Universidad de Buenos Aires y de la Universidad Nacional de Mar del Plata reconocieron un incremento de la vegetación en dunas costeras debido al incremento en la humedad, las precipitaciones y a procesos antrópicos de fijación de dunas”, asegura Mauricio Toffani.
Implicancias ecológicas y ambientales
“El trabajo contempla conocer la relación e influencia de ciertos cambios en el clima y del uso del suelo respecto a las modificaciones morfológicas y de cantidad de vegetación que presentan las dunas. Como también la utilización de las áreas costeras para su uso recreativo y productivo que afecta los recursos naturales, su sobreexplotación y contaminación que puedan generan conflictos en períodos de expansión urbana ya que constituyen ambientes frágiles y fácilmente degradables, agravándose cuando no existe un correcto y ordenado manejo del litoral. Además, las dunas son sitios donde se almacena agua subterránea que puede abastecer al menos parte de las demandas locales”, menciona el investigador.
Metodología de estudio
Se llevó a cabo el análisis de imágenes satelitales y fotografías aéreas desde los años 1961 a 2022 y de datos climáticos obtenidos de las estaciones meteorológicas pertenecientes al Servicio Meteorológico Nacional ubicadas en Viedma y San Antonio Oeste de los años 1991 hasta el 2020. “A través de las imágenes fue posible observar cambios en la morfología de las dunas y cuantificar la variación de superficies vegetadas. Luego, el cambio porcentual de vegetación fue comparado con cambios en la temperatura, viento y precipitaciones y con la actividad ganadera desarrollada en la región”, concluye Toffani.
Fuente: Nahuel Aldir – Área de Comunicación del Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología (IIPG, CONICET-UNRN).