Descubren en Río Negro el fósil de una nueva especie de cocodrilo

El “Araripesuchus manzanensis” fue encontrado en el Área Paleontológica de La Buitrera (Rio Negro)
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Se trata del “Araripesuchus manzanensis” encontrado en el Área Paleontológica de La Buitrera, pertenece al grupo de los araripesuquios, que a diferencia de los cocodrilos modernos, con las fosas nasales y los ojos bien arriba en el cráneo (lo que les permite respirar con el cuerpo sumergido), tenían un hocico angosto con las fosas nasales al frente. De no más de un metro de largo y 40 cm de alto, tenía un hocico angosto con las fosas nasales al frente, ubicadas del mismo modo que las de un perro o un zorro.
El Araripesuchus manzanensis se diferencia de las especies anteriores por sus dientes posteriores menos puntiagudos, más redondeados, denominados molariformes, que tienen una corona bulbosa con pequeños abultamientos en el borde de una de las superficies de oclusión, mucho más planas que las de los animales carnívoros. Este tipo de dientes recuerda a los que se pueden ver en algunos mamíferos que se alimentan de animales pequeños de caparazón duro, como caracoles e insectos.
Su nombre fue elegido para honrar a “El Manzano”, un establecimiento rural conocido como “Rancho de Ávila” en la década de 1920, donde las familias Pincheira y Zúñiga han brindado desde 1999 su lugar y cuidados para que el equipo de trabajo pudiera acampar y guarecerse de las condiciones más hostiles de campo en las numerosas campañas paleontológicas a La Buitrera.
Esta es la tercera especie de la misma época que se conoce en Argentina y que se suma a: A. patagonicus de Neuquén y A. buitreraensis, de Río Negro. Araripesuchus buitreraensis fue publicada por Diego Pol y Sebastián Apesteguía en el año 2005 y fue descubierto en la localidad de La Buitrera, cerca de Cerro Policía.

La investigación y el trabajo de campo fue llevado adelante por Fernando Garberoglio, Facundo Riguetti, Rocío Vera, Dennis Monge, Ariel Fernández, Eliana Cimorelli, Harry Pazo, Peter Makovicky, Akiko Shinya, Guillermo Rougier, Mercedes Prámparo, Ana Carignano, Gonzalo Veiga y Mike Caldwell.
La limpieza de los fósiles, luego de su extracción fue realizada por distintos colaboradores, dirigidos por el Técnico Leonardo “Harry” Pazo, en tanto que las ilustraciones de los huesos fueron realizadas por el paleoartista Lautaro Rodriguez Blanco y la reconstrucción y animación del animal fue realizada por Gabriel Díaz Yantén.
El trabajo fue publicado en la revista científica Journal of Systematic Palaeontology con el título en inglés “A new species of Araripesuchus with durophagous dentition increases the ecological disparity among uruguaysuchid crocodyliforms” y contó con el apoyo financiero de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, el CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas), la Fundación Azara, la Universidad Maimónides, Jurassic Foundation y la National Geographic Society.

Las réplicas de este material se podrán observar en el Museo Provincial Carlos Ameghino de Cipolletti, que se encuentra bajo la órbita de la Secretaría de Cultura de Río Negro.

Fuente: www.barilonoticias.com

Su nombre fue elegido para honrar a “El Manzano”, un establecimiento rural de las familias Pincheira y Zúñiga que han colaborado en las campañas del equipo de investigadores

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