Por Nicolás Foix*
Si la historia de la Tierra fuera un partido de fútbol, cada minuto del encuentro equivaldría a 51 millones de años aproximadamente. Se cree que los primeros momentos del partido estuvieron protagonizados por un trámite violento: bombardeo de asteroides y cometas.
La primera jugadora en sobrevivir al fragor de la contienda habría ingresado en el minuto 20’…y sería una bacteria. En el segundo tiempo, las bacterias fotosintéticas lograron cambiar el clima del encuentro aportando grandes cantidades de oxígeno a la atmósfera (57’). Pensemos que recién a los 78’ minutos entraron a jugar los primeros animales marinos y que hasta el minuto 81’ la cancha fue de tierra, pues hasta ese entonces las plantas no existían.
El partido sufrió una severa crisis a los 84-85 minutos cuando mucho polvo volcánico proveniente de la tribuna enrareció el clima y obligó a un recambio generalizado de los jugadores: extinción Permo-Triásica. Los dinosaurios jugaron entre los minutos 85-88, y como ya saben, fueron extinguidos drásticamente con la llegada de fuegos artificiales desde el exterior: los meteoritos.
Faltando 0,18 segundos para el pitazo final entramos a jugar los Homo Sapiens…y no sólo nos transformamos en los desequilibrantes dueños de la pelota, sino que comenzamos a ser directores técnicos, árbitros, jueces de línea, VAR… y calentamos el partido literalmente.
Si la historia de la Tierra fuera un partido de futbol, nosotros ya entramos en tiempo de descuento.