Dra Claudia Briones: Se dedicó al estudio de los pueblos originarios en la Patagonia

Claudia Briones fue nombrada por la Universidad Nacional de Río Negro como profesora emérita. Foto: Marcelo Martínez para el diario Rio Negro
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Antropóloga con orientación en Etnología, la Dra Claudia Noemí Briones fue distinguida como «investigadora superior» en Conicet, la cúspide de la carrera de investigación. La Universidad Nacional de Río Negro la nombró profesora emérita en el Día del investigador y la investigadora el 10 de abril de 2024.
Hace 15 años reside en Bariloche. Fue parte de la fundación de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN) y abrió en la provincia la carrera de Antropología más austral de las ocho del país. Además de sus aportes teóricos, Claudia fue pieza clave en la creación del Instituto de Investigaciones en Diversidad Cultural y Procesos de Cambio, que depende de la universidad y del CONICET. Se licenció en la Universidad Nacional de Buenos Aires, donde trabajó como ayudante alumna, pero decidió dejar la gran ciudad para dedicarse de lleno al estudio de los pueblos originarios en la Patagonia, principalmente de las comunidades mapuche tehuelche, primero en Neuquén, luego en Río Negro y Chubut.
Empezó su trayectoria como investigadora con una Beca de Iniciación (1983-1985) del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICET) con un proyecto titulado “El proceso enculturativo entre los mapuches argentinos” y una Beca de Perfeccionamiento (1983-1985) de la Universidad de Buenos Aires con el proyecto “La construcción de la identidad étnica entre los mapuche argentinos”. Entre 1991-1994 recibió una beca Fulbright para realizar el doctorado en la Universidad de Texas, en Austin- Estados Unidos. Y para finalizar su doctorado obtuvo dos becas una otorgada por la Social Science Research Council y la otra por la Wenner-Gren Foundation.
En el CONICET hizo toda su carrera, desde investigadora asistente hasta investigadora superior. Hoy en la etapa de su jubilación mantiene la inquietud y la curiosidad que la caracterizan desde su juventud, intactas. Transitó los caminos de la maternidad con sus tres hijas, la familia, que sumados a los propios procesos de las ciencias sociales, en ocasiones dilatan los tiempos y complican la producción “En general, las mujeres llegamos menos porque nos jubilamos antes”, expresó.

Claudia desarrolló pericias antropológicas en distintos casos judicializados de la región, lo que llevó a crear bajo la órbita de la universidad, la especialización en peritajes antropológicos, es la única en el país.
Entre sus aportes al campo, se destacan el haber puesto en contexto a los pueblos indígenas con el proceso de construcción de “nación” y conocer cuáles son las prácticas estatales, los conceptos de formación nacional de alteridad y formaciones provinciales de alteridad. Para hacerlo, la especialista combinó técnicas típicamente antropológicas con prácticas de análisis del discurso y las puso al servicio de la creación de normas, debates legislativos y la comprensión de discursos y prácticas sociales. “A medida que se fueron dando una serie de movilizaciones y organizaciones en lucha por los derechos, empecé a trabajar en las políticas indigenistas, sobre los derechos indígenas y los movimientos de organización y reclamo”, comentó.
Eligió el camino de la investigación por comprometerse con “diferentes realidades” y a partir de allí, la forma que encontró de seguir vinculada a estas situaciones que la movilizaron, fue iniciar una carrera en el CONICET. Las becas de investigación y la docencia universitaria le dieron el incentivo para recorrer el camino de su vocación.

Créditos: Diario Río Negro

“Haber pasado un tiempo en Estados Unidos para doctorarme, me dio acceso a bibliografías, lecturas, discusiones, redes internacionales de debate que no tenía antes, y eso me permitió traer al país distintas lecturas que no se solían hacer aquí, incorporarlas a las clases y formar también mi manera de encarar los temas de investigación”, explicó en una entrevista concedida al diario Rio Negro. “Es un camino de aprendizaje que no acaba nunca”.
Sobre lo que significa para ella, ser investigadora científica. Es tener una enorme “curiosidad” y soportar la incertidumbre de hacerse preguntas que no se pueden responder inmediatamente y que requieren mucho trabajo de campo y de análisis.

CONICET, reservorio de crecimiento futuro

“CONICET está entre las 20 mejores instituciones de investigación en el mundo, sobre un total de más de 1.800. Tenemos siempre un lugar destacado en América Latina”, destacó Claudia. Dijo que se logra ese lugar en el ranking porque se producen trabajos con reconocimiento internacional.
Luego de que el gobierno nacional decretara una nueva tanda de despidos en CONICET y los trabajadores del organismo salieran a la calle en todo el país para expresar su rechazo, la científica se posicionó en defensa del organismo.
“No valorar lo que a través de CONICET se logra en distintas áreas de conocimiento (…) es realmente una política suicida para el país. La posibilidad que tenemos de sostenernos a pesar de nuestras recurrentes crisis económicas es seguir produciendo más y mejores investigaciones y tener caminos de investigación autónoma”, aseguró la antropóloga. Por eso es necesario el becario y toda la estructura administrativa. “Pensar que el CONICET tiene demasiados trabajadores es no saber la cantidad de trabajo en muy diferentes niveles y de controles cruzados para garantizar la pertinencia y la calidad de las investigaciones”.

Fuente: Florencia Bark (Diario Rio Negro) Homenaje a Claudia Briones ( Dra Ana Margarita Ramos, 2018)

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