Investigadores de INTA Patagonia Norte- Río Negro y La Pampa implementaron el uso de las imágenes satelitales radar de apertura sintética de la misión SAOCOM 1, para mejorar la gestión del agua en los valles irrigados del norte de la Patagonia.
El proyecto desarrollado en conjunto con la CONAE (Comisión Nacional de Actividades Espaciales) está diseñado para enfrentar uno de los mayores desafíos actuales: gestionar de manera eficiente el agua para riego en un contexto de creciente incertidumbre climática, utilizando los satélites de la misión SAOCOM 1. Esta tecnología ofrece un monitoreo constante de la humedad del suelo, lo que permite a los agricultores ajustar sus prácticas de riego de manera precisa y en tiempo real.
Los satélites SAOCOM 1A y 1B, puestos en órbita en 2018 y 2020 respectivamente, están equipados con un Radar de Apertura Sintética (SAR), una tecnología que permite capturar imágenes detalladas de la superficie terrestre en cualquier condición climática y de iluminación. A diferencia de otros tipos de satélites, los radares SAR pueden “ver” a través de las nubes y la vegetación, penetrando hasta el suelo y detectando su rugosidad y humedad. Esta capacidad es especialmente útil en la agricultura, donde es crucial tener información precisa y oportuna sobre la disponibilidad de agua en el suelo para tomar decisiones de riego.
Ayelén Montenegro, especialista del INTA Alto Valle, explicó que esta tecnología es capaz de obtener información detallada sobre la humedad del suelo, incluso en condiciones meteorológicas adversas. “Los satélites SAOCOM permiten obtener datos precisos sobre el estado del suelo a distintas profundidades, lo que es crucial para adaptar el riego a las necesidades exactas de los cultivos”, señaló. Esto significa que los agricultores pueden planificar cuándo y cuánto regar, reduciendo el desperdicio de agua y mejorando la eficiencia general del sistema.
Los satélites SAOCOM 1A y 1B, puestos en órbita en 2018 y 2020 respectivamente, están equipados con un Radar de Apertura Sintética (SAR), una tecnología que permite capturar imágenes detalladas de la superficie terrestre en cualquier condición climática y de iluminación. A diferencia de otros tipos de satélites, los radares SAR pueden “ver” a través de las nubes y la vegetación, penetrando hasta el suelo y detectando su rugosidad y humedad. Esta capacidad es especialmente útil en la agricultura, donde es crucial tener información precisa y oportuna sobre la disponibilidad de agua en el suelo para tomar decisiones de riego.
Ayelén Montenegro, especialista del INTA Alto Valle, explicó que esta tecnología es capaz de obtener información detallada sobre la humedad del suelo, incluso en condiciones meteorológicas adversas. “Los satélites SAOCOM permiten obtener datos precisos sobre el estado del suelo a distintas profundidades, lo que es crucial para adaptar el riego a las necesidades exactas de los cultivos”, señaló. Esto significa que los agricultores pueden planificar cuándo y cuánto regar, reduciendo el desperdicio de agua y mejorando la eficiencia general del sistema.
Monitoreo adaptado a diferentes regiones
La aplicación de esta tecnología no se limita a una sola región. Aunque el proyecto ya está en marcha en la Pampa Húmeda, con excelentes resultados, también se está expandiendo a zonas áridas y semiáridas de Río Negro y La Pampa. En estas áreas, donde la disponibilidad de agua es aún más crítica, el monitoreo preciso se convierte en una herramienta esencial para asegurar la sostenibilidad de la producción agrícola.
En estas regiones, el INTA ha implementado sensores de humedad en el suelo a diferentes profundidades, que trabajan en conjunto con los datos proporcionados por los satélites. Carolina Aumassanne, de la Agencia de Extensión Rural en La Pampa, destacó que la implementación de estos mapas de humedad del suelo específicos para las regiones áridas permitirá un uso más inteligente del agua. “Estamos incorporando tecnología que realmente hace la diferencia, asegurando que cada gota de agua cuente”, explicó.
Innovación y sostenibilidad en acción
El avance tecnológico en el monitoreo de la humedad del suelo no solo mejora la eficiencia en el uso del agua, sino que también es un paso importante hacia una agricultura más sostenible. La integración de información satelital con datos obtenidos directamente en el campo permite una toma de decisiones más informada, lo que se traduce en una gestión más eficiente de los recursos y una menor huella ambiental.
Este enfoque, que combina tecnología avanzada y prácticas agrícolas sostenibles, ofrece una solución práctica a los problemas derivados de la crisis climática. Al optimizar el uso del agua, los agricultores pueden mantener la productividad mientras minimizan el impacto ambiental, contribuyendo a un futuro más sostenible para el sector.
Un futuro sostenible
La colaboración entre el INTA y la CONAE es un claro ejemplo de cómo la tecnología puede ayudar a enfrentar los desafíos ambientales actuales. Al mejorar la gestión del agua, esta iniciativa no solo apoya a los productores en su labor diaria, sino que también promueve la resiliencia del sector agrícola frente a un clima cambiante.
Este tipo de innovaciones son cruciales para asegurar que la agricultura pueda seguir siendo una actividad productiva y sostenible en el futuro, protegiendo al mismo tiempo los recursos naturales de los que todos dependemos.
Fuente: INTA Patagonia Norte