El equipo de técnicos de la Estación Experimental de INTA Santa Cruz investiga sobre el potencial productivo y la calidad nutricional de nuevos cultivares de especies forrajeras introducidas y de cultivos de forrajes alternativos. Han obtenido resultados preliminares de los ensayos que han realizado en el marco del Proyecto “Aportes al Desarrollo Sostenible de los Valles Patagónicos”.
Los resultados han sido favorables en la red de ensayos entre las especies forrajeras introducidas y evaluadas tanto para la producción principal de forrajes conservados y para el pastoreo, como el triticale que es un cereal híbrido creado por el cruce de trigo y centeno, también se hicieron ensayos con la cebada, avenas, centenos, festuca alta, pasto ovillo, alfalfa, vicias y sainfoin, conocida por su importancia histórica como cultivo forrajero para el ganado. Mientras que entre los forrajes alternativos se encuentran la arveja y remolacha forrajera, que se han estudiado como nuevas alternativas forrajeras para la alimentación animal.
Uno de los responsables de la actividad, el Ing. Agrónomo Víctor Utrilla, del Grupo de Investigación en Producción Agropecuaria del INTA explicó que “el trabajo se inició con la premisa de evaluar la adaptación, implantación, fenología y manejo agronómico de nuevos cultivares, así como, determinar la producción de forraje y grano y calidad nutricional posterior”.
El estudio se desarrolló durante la temporada 2023-2024 en valles de las localidades de Río Turbio, 28 de Noviembre, Perito Moreno, Gobernador Gregores y en un sitio cercano a El Calafate, “En este contexto, cabe mencionar que en el valle de Perito Moreno los primeros resultados productivos a nivel experimental revelan rendimientos variables entre los diferentes materiales forrajeros evaluados. En el caso de los cereales forrajeros de invierno, la producción forrajera a la cosecha para cebada y triticale oscilaron, respectivamente, entre 9 y más de 20 toneladas de materia seca por hectárea. Con relación a las especies forrajeras perennes, la alfalfa y la festuca alta reportaron rendimientos respectivos inferiores y superiores a lo esperado entre 2.5 y 5-6 toneladas de materia seca por hectárea al primer corte, detalló el Ing. Utrilla.
El estudio destaca a su vez la variabilidad en la implantación y respuesta productiva de los materiales en los sitios de estudio, influenciada en algunos casos por la época de siembra y el manejo agronómico aplicado.
Con estos antecedentes, el Ing. Utrilla destacó que esta línea de trabajo “no solo proporciona valiosa información experimental a publicar sobre nuevos materiales forrajeros en la región, sino que también pretende su difusión y replicación a mayor escala en Santa Cruz”. El objetivo del estudio es principalmente mejorar la producción forrajera, “los destinatarios de estos avances, son los productores, técnicos y profesionales interesados en mejorar la producción forrajera, la base alimenticia e índices productivos del ganado en la región”.
La metodología utilizada en los ensayos consistió en la siembra de los materiales forrajeros en parcelas experimentales con repeticiones, con mediciones fenológicas y cortes para determinar el rendimiento y posterior calidad nutricional de aquéllos.
Los técnicos participantes del estudio son los ingenieros Víctor Utrilla y Miguel Andrade del Grupo de Investigación en Producción Agropecuaria de la EEA INTA Santa Cruz , Rodolfo Christiansen (INTA AER Río Turbio), Julio Mora (INTA OIT Perito Moreno), Andrea Persoglia (INTA AER Gobernador Gregores), Javier Mansilla y Rodrigo Fernández (INTA AER El Calafate).
Con estos avances preliminares esta actividad aporta al conocimiento y manejo de nuevos materiales forrajeros en los valles de la Patagonia Austral, con potenciales beneficios para la producción agrícola y ganadera sostenible de la región.
Fuente: Comunicaciones INTA Santa Cruz