La historia moderna del museo se retrotrae al siglo XVIII cuando se produce la unión entre la colección de objetos “valiosos” y la elaboración de los discursos historiográficos centrada en una idea de representación simbólica y económica. Inicialmente se los llamaba “gabinetes de curiosidades” donde se exhibían las colecciones de objetos que resultaban atractivos, por tanto, valiosos por su originalidad. Desde ese tiempo hasta la actualidad, el espacio museológico se ha convertido en un medio de comunicación – de la exposición, experimentación y observación de objetos, se fue configurando el museo como templo del saber, del arte, y del conocimiento, con un objetivo de formación cultural y educativa. Hoy son una oferta cultural que jerarquizan los espacios donde se emplazan.
Bajo el lema “Activar desde el saber” se creó en la ciudad de Comodoro Rivadavia el espacio LUPAT, su nombre representa la lupa que permite amplificar el objeto de conocimiento, haciendo referencia a la investigación puesta en foco en la historia Patagónica. En el año 2018 inició sus actividades como asociación civil sin fines de lucro, bajo la coordinación de la Dra. Graciela Ciselli y el Lic. Marcelo Hernández, que sumaron un equipo interdisciplinario de profesionales “gran parte son docentes y estudiantes universitarios con la idea de reflejar la experiencia extensionista, y de articulación universidad- territorio en pos de la puesta en valor del patrimonio local con la que se busca llegar al público” indicaron.
Es importante destacar que es un espacio cultural independiente, que no está recibiendo subsidios estatales, ni de empresas que financien éste tipo de proyectos educativo-culturales. Sin embargo los que idearon LUPAT, pensaron que era posible montar un recorrido histórico, por tanto posee algunas características de museos y cumple con las principales funciones de estas instituciones en la sociedad según la recomendación de la UNESCO 2015, porque contempla la preservación de algunos objetos vinculados a la historia de la vida cotidiana, la educación formal y no formal, la comunicación y especialmente la investigación centrada en la historia de Comodoro Rivadavia y de la Patagonia Central.
LUPAT cuenta con una importante producción bibliográfica producida por los asociados que hacen referencia a la historia local y regional, además de la colección sobre Historia y Patrimonio patagónico. La biblioteca cuenta con unos doscientos libros dedicados a diversos aspectos de la Patagonia. La Dra Graciela Ciselli explicó que “LUPAT se pensó como un espacio para contar, debatir y compartir la historia local y regional. Y para ofrecer una oferta cultural destinada a un amplio público, ha sido incorporada al Programa Turistas por un día que promueve la Municipalidad de Comodoro Rivadavia a través de la Dirección General de Turismo, desde el cual recibe un pequeño número de visitantes que se suma a quienes llegan de modo individual ó familiar”.
Para lograr un mayor alcance de público y visibilización se creó el sitio web oficial www.lupatcomodoro.com y la difusión complementaria en las redes sociales que facilita la interacción entre la asociación y los diversos públicos, lo cual resulta práctico como vía para reservar el acceso a la visita. El edificio en el que se desarrollan las actividades culturales de la asociación se encuentra ubicado a menos de un kilómetro de la ruta nacional N° 3, próximo al aeropuerto, a una distancia de 12 kms del casco histórico fundacional y actual centro comercial de Comodoro Rivadavia.
El desafío inicial fue darle forma a la presentación del contenido que se proponía divulgar, “se debía realizar un trabajo de museología, para esto recurrimos al Lic. Claudio Pascal que diseñó la muestra para LUPAT. Además presentó a la asociación un proyecto para la creación del Centro de Conocimiento y de Interpretación sobre el Golfo San Jorge, en el cual participaron también la Prof. en Artes Visuales Andrea Leonori y la Lic. en Historia Viviana Bórquez, todos ellos dependientes de la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Comodoro”. De manera que fue diseñado arquitectónicamente como un espacio para compartir distintas narraciones históricas acerca de la ciudad, y para esto se consideraron tres escalas temporo-espaciales: la microhistoria familiar, la historia urbana y la cartografía histórica que guían la muestra. “Así se inició este proyecto que fue ejecutado de modo colaborativo con el espíritu de apoyar el desarrollo de los espacios culturales de nuestra ciudad y del conocimiento de la historia regional. Luego de revisar la documentación almacenada en nuestros archivos se acordó el guión que acompañaría la muestra y los espacios de exhibición” detalló.
La pequeña escala es explicada a partir de una historia familiar que permite a través de objetos y fotografías contar la inmigración y la migración interna, como la instalación de los colonos su vida familiar, el comercio y la política que atravesaron en un momento de la historia de la ciudad, explicó que “ en cuanto a la narrativa de la historia urbana se optó por considerar tres períodos que implican momentos de transformación para la ciudad, un primer período que va desde 1901 que es la fecha de fundación, hasta 1955 cuando culmina la Gobernación militar. En este primer período se producen los principales cambios urbanísticos, luego del hallazgo del petróleo en 1907 y el tendido del ferrocarril a partir de 1910 con la dispersión de asentamientos poblacionales que fueron dando lugar a la actual ciudad multipolar”. Sumando otro hito para Comodoro Rivadavia, que es cuando se convierte en capital de la Gobernación entre 1944 y 1955, por lo cual se construyeron obras públicas de gran envergadura y la primera expansión del casco histórico sobre el mar.
Un segundo período abarca entre los años 1955 y 1983, “aquí se busca reflejar que el pueblo portuario y – ex capital- se proyecta como una gran ciudad que mantiene su influencia comercial en las diversas poblaciones de la Cuenca del Golfo San Jorge sumado a la instalación de empresas contratistas, que generan el llamado boom petrolero que comienza a fines de los años cincuenta hasta los años sesenta, cuando entra en crisis.” En ese transcurrir desde inicios de los años setenta, las empresas iniciaron el traspaso de edificios a la jurisdicción municipal y las viviendas fueron mayormente vendidas a sus trabajadores. El traspaso significó que la responsabilidad de los ex campamentos petroleros, recayera en el municipio que se encargó de integrar al tejido municipal como barrios. Esta integración, de momento forzada y compleja, dejó de manifiesto grandes diferencias entre los barrios de la ciudad y los denominados en su momento nuevos barrios. Otro hito dentro del período fue la clausura del ferrocarril que conectaba los barrios y la ciudad con Sarmiento.
El tercer período parte de la vuelta a la democracia, indicó la Dra Ciselli “apuntando a mostrar el crecimiento urbano en estos últimos cuarenta años, donde se comparten algunas ideas acerca de la ciudad actual acompañada por un plano de 2×2 metros que cubre la pared y fotografías con pocas indicaciones para motivar en los visitantes sus propias lecturas de estos últimos tiempos”. Y por último, la cartografía histórica del Golfo San Jorge que se inicia con un mapa de Juan de la Cosa del año 1500 donde no hay indicios de la existencia de estos territorios, y que a través de los siglos va definiéndose con gran precisión a partir de cada viaje exploratorio de los expedicionarios europeos y luego del propio Estado nacional argentino.
La cartografía histórica, gran parte de ella fue proporcionada por el Instituto Geográfico Nacional, en algunos casos comprada en museos europeos, y el plano actual de la ciudad de Comodoro Rivadavia fue facilitado por la Dirección de Catastro, con fotografías temáticas obtenidas de archivos públicos y privados.