“Nos resultaría difícil pensar en un candidato más merecedor que la doctora Parma”, de ésta manera Julián Olden, presidente del Comité del Congreso Mundial de Pesca mencionó a la investigadora argentina Ana Parma como ganadora del Premio Internacional de Ciencia Pesquera: “Ella escucha, alienta, desafía y hace que cada resultado sea mejor de lo que sería sin ella”.
Hoy será la entrega del premio en el noveno Congreso Mundial de la Pesca que se desarrolla entre los días 3 y 7 de marzo en la ciudad de Seattle, Estados Unidos; y en ese contexto, la investigadora del Conicet CENPAT (Centro Nacional Patagónico) Ana Parma será galardonada con el Premio Internacional de Ciencia Pesquera por su contribución a la ciencia y a la conservación pesquera global. Los elogios a la Dra. Parma fueron contundentes a la hora de la nominación, destacando tanto su alto nivel de conocimiento como su calidad humana.
“Es un inmenso placer presentar el Premio Internacional de Ciencias Pesqueras a la Dra. Parma. Nos resultaría difícil pensar en una candidata más merecedora, dada su larga dedicación al modelado, la evaluación, la conservación, la participación de las partes interesadas y la gestión de la pesca. Nos sentimos honrados de reconocer la amplitud de sus contribuciones locales, regionales e internacionales a la conservación, la educación y la tutoría de científicos de la pesca y su compromiso inquebrantable con un significativo involucramiento con el público y el ámbito político”, dijo Julián Olden, presidente del Comité del Premio.
Entre los argumentos presentados para su nominación se destacó su “rara combinación de habilidad interpersonal y habilidad técnica” y describiendo la actitud de la investigadora señalaron que “ella escucha, alienta, desafía y hace que cada resultado sea mejor de lo que sería sin ella”. Otro integrante del Comité manifestó que “no estoy seguro de qué brilla más: su brillantez, diversidad de aportes, su capacidad para contribuir a la pesca sin importar el tamaño o la escala o su empatía, generosidad y buen humor”, realizando una fiel descripción de Ana Parma.
La Dra Parma es una experta reconocida internacionalmente en modelado, evaluación, conservación, gestión y participación de las partes interesadas de las pesquerías. Uno de sus trabajos más conocidos es el que lleva a cabo en la Comisión para la Conservación del Atún Rojo del Sur, donde jugó un papel fundamental en el desarrollo exitoso y la implementación de una estrategia de gestión para esta pesquería muy complicada que se iba agotando.
“Este esfuerzo, y muchos otros en todo el mundo, ejemplifican su contribución al avance y la aplicación de la ciencia a los desafíos críticos de la conservación. Sus habilidades incluyen una increíble destreza en la evaluación y el uso de datos complejos y su profundo conocimiento del sector pesquero”, señalaron desde el Centro para el Estudio de los Sistemas Marinos del CONICET.
Pero la científica no solo es conocida por sus trabajos de investigación a gran escala en distintas partes del mundo sino también por haber puesto su conocimiento y experticia al servicio de las comunidades de pescadores artesanales, en pesquerías locales de pequeña escala, incluidas vieiras y erizos de mar en América del Sur.
Su último trabajo en este terreno es el libro “La Pesca Artesanal en Argentina: caminando las costas del país” que realizó en colaboración con otras tres investigadoras. “Mucho de este mundo está escondido y lo que se buscó fue a través de un estudio poner en valor la actividad para empoderarla y lograr la sostenibilidad”, señaló Parma en el Congreso de Pampa Azul, indicando que ha sido uno de los trabajos más enriquecedores que ha realizado.
La Dra Parma también ha trabajado junto al prestigioso científico Ray Hilborn en el análisis de la pesca de arrastre, brindando una visión fundada y contundente que quita a la pesca de arrastre del lugar demonizado en el que se busca ubicarla en el último tiempo. Este destacado galardón quizás permita que los líderes de opinión que ocupan espacios en medios masivos de difusión, comiencen a buscar en las fuentes que merecen ser escuchadas y respetadas.
Es un orgullo para la Argentina contar con una investigadora del nivel de Ana Parma. Ojalá las autoridades pesqueras comiencen a consultarla con la asiduidad que la cercanía y la humildad de la profesional permiten. El trabajo sobre el arrastre en el Mar Argentino no ha concluido, dotarla de las herramientas necesarias para avanzar sería una forma de reconocer lo que el mundo tiene claro, su excelencia académica y humana.
Fuente: Revista Puerto